Entre los grandes países europeos, Irlanda queda un poco perdido, un poco en la esquina, como en una segunda división. Quizás sea por esa falta de expectativas que, cuando lo visitas por primera vez te llevas una sorpresa y esta es agradable.
Dublín, su capital, es una ciudad fácil de visitar que todavía queda al tamaño del hombre. Perderse por sus calles, descubrir sus pubs y su Guinness, es una buena experiencia. Bonitos parques salpican la ciudad y estatuas y monumentos nos recuerdan su gran riqueza cultural.
Estamos en la ciudad de los amantes de la literatura, cuna de grandes escritores como James Joice, Oscar Wilde, Bernard Shaw, Beckett… sus calles, sus edificios, sus rincones están impregnados de relatos y guiños a la historias
- Dublín – Catedral Christ-Church
- Dublín – Custon House
- Dublín – Puente en río Liffey
- Dublín – James Joice
- Dublín – Bicicleta a juego
- Dublín – Molly Malone
- Dublín – Stephens Green Park
- Dublín – Stephen’s Green park
- Dublín – Stephen’s Green park
- Dublín – Un toque de color
- Dublín – Puente en río Liffey
- Dublín – Catedral Santisima Trinidad
- Dublín – Trinity College – Salmon
- Dublín – Trinity College – Jardines
- Dublín – Trinity College
- Dublín – Trinity College – bicis
- Dublín – Zona Temple Bar
- Dublín – Zona Temple Bar
- Howth – Puerto pesquero
- Howth – Puerto Deportivo
- Howth – Atardecer sobre el puerto
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